martes, 28 de septiembre de 2010

GUERRA SUBTERRÁNEA

Lo que comenzo como un sistema defensivo provisional, se convirtio durante la guerra en una brutal forma de vida para millones de soldados, que compartieron aquellos agujeros con piojos, ratas, frio y,sobre todo, un temor constante.
El alimento mas deseado, sobre todo en invierno, era una reconfortante sopa caliente.Se enviaba a primera linea en grandes recipientes metalicos, aunque solía llegar fría, para frustacion de los soldados.La escasa eficiencia de la intendencia hacía que fuera dificil que los combatientes recibieran una dieta adecuada; a veces los vagones, cargados de alimentos, quedaban parados durante semanas en una estacion.
La corrupcion de algunos oficiales reducia los ya de por si insuficientes aportes de viveres a la tropa. Cuando mejor comian los hombres era tras haber sufrido algun ataque muy costoso en vidas, pues llegaban suministros previstos para un contigente de soldados mayor del que en ese momento estaba vivo.
La escasez cronica de alimentos obligaban a los soldadosa comprarlos a civiles, o a obtenerlos directamente de granjas y cultivos.

Hay que recordar que los efectos de la guerra de trincheras no solo se comprueban en el numero de muertos, heridos y mutilados.
Esa vida de privaciones, unida al martilleo constante de la artilleria y la tension de los ataques, causo un transtorno que hasta entonces era desconocido. Algunos hombres quedaban paralizados, aturdidos incapaces, de comprender preguntas.

Tambien sufrian crisis nerviosas, lo que les impedia comportarse con normalidad y,desde luego,eran incapases de luchar.Alos que no se les acusaba de cobardia y tenian la suertede recibir atencion psiquiatrica se les diagnosticava una difusa enfermedad nerviosa, que era en realidad denominada neurosis de guerra o estres postraumatico.

El mayor placer para los soldados era matar con sus uñas un piojo, pero sabian que era una batalla perdida, igual que la que mantenian con las ratas.

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